sábado, 30 de junio de 2007

Venezuela ganó y metió un pie en la próxima ronda

Copa América

El local, que necesita sumar de a tres luego del empate en el debut, se impuso por 2-0 a Perú. Chichero (ST 3m), de cabeza, y Daniel Arismendi (ST 33m) marcaron los goles.

Por Pablo Lafourcade A Venezuela no le sobró nada, es cierto, pero ganó (su segundo partido en la historia de la Copa) y metió un pie en la próxima fase; a esta altura, casi lo único que le importa. Perú hizo el gasto, jugó más de una hora con un hombre menos, y estuvo muy cerca de llevarse el empate. Sin dudas, el resultado que mejor le hubiese caído al partido. De arranque Venezuela mostró los dientes. Fue al frente, sabía que debía ganar luego del impensado empate ante Bolivia, y en menos de siete minutos tuvo dos chances netas para ponerse en ventaja, pero Butrón ganó ante los disparos de Arango y Rey. Perú, sin las luces del debut ante Uruguay, insinuó con un buen tiro libre de Farfán. Cuando iban 17 se dio una jugada que marcó el rumbo del partido. Pedro García le pegó un codazo a Maldonado y el árbitro lo mandó correctamente a las duchas. El visitante se quedaba con un hombre menos y, si bien se metía en la próxima ronda con un triunfo, el empate pasó a ser un buen resultado. A partir de ahí Venezuela monopolizó la pelota, pero sin lastimar más allá de los tres cuartos de cancha. En la zona de fuego, siempre figurita repetida: o rechazaba la solidaria última línea peruana o equivocaban el pase final los locales. La única llegada clara antes del cierre del primer tiempo fue para De Ornelas, quien recibió un gran pase en cortada de Arango, pero se abatató ante la salida del arquero y tocó desviado. El complemento, el equipo de Páez lo arrancó con la misma intensidad que en los primeros minutos del partido. A los dos Maldonado exigió una gran respuesta de Butrón y treinta segundos más tarde se rompió la paridad. A Cichero le crecieron alas, le sacó treinta centímetros en le salto a su defensor, Pizarro, y conectó un estupendo frentazo que infló la red. Con la ventaja Venezuela retrocedió diez metros sus líneas y por momentos la pasó muy mal. Jamás se notó que Perú jugó más de una hora con un hombre menos y tuvo varias oportunidades para lograr el empate. Fallas en la definición y un grosero error del árbitro (no cobró un penal de Rey a Pizarro) dejaron al seleccionado incáico con las manos vacías. A los 33, con Perú totalmente volcado al ataque, llegó la jugada que sentenció el destino de la noche. Daniel Arismendi arrancó a pura velocidad por el centro de la cancha y a dos metros de la medialuna sacó un derechazo bajo y cruzado que se fue a dormir al fondo del arco de Butrón. Allí también descansan, bien cuidadas, las ilusiones de todo el país organizador. ¿Perú? Tiene todo para estar en la próxima ronda: jugadores de buen pie, un equipo solidario y un rival limitado (Bolivia) en su próximo partido.

DANIKIN

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