Fútbol Internacional
España dejó en el camino a Brasil y pasó a cuartos
Se impuso 4-2 y eliminó al combinado verdeamarelho, que nunca apareció en el torneo. También se clasificaron Estados Unidos, Austria y República Checa.
OCTAVOS DE FINAL
Miércoles 11 de julio
Austria 2-1 Gambia
Estados Unidos 2-1 Uruguay
España 4-2 Brasil
Japón 2 (3)-2 (4) República Checa
Jueves 12 de julio
Chile vs. Portugal
Zambia vs. Nigeria
Argentina vs. Polonia
México vs. Congo
DANIKIN
jueves, 12 de julio de 2007
Liga española
Fútbol Internacional
El torneo se abrirá con el clásico madrileño
En la primera jornada, que se disputará el 25 de agosto, chocarán Real Madrid y Atlético de Madrid en el Bernabéu. El Barcelona visitará al Racing, Valencia recibirá a Villarreal y Getafe se las verá con Sevilla.
LIGA ESPAÑOLA -
1º FECHA:
Athletic Bilbao vs. Osasuna
Recreativo Huelva vs. Betis
Espanyol vs. Valladolid
Deportivo La Coruña vs. Almería
Valencia vs. Villarreal
Real Madrid vs. Atlético Madrid
Mallorca vs. Levante
Real Murcia vs. Zaragoza
Racing de Santander vs. Barcelona.
Sevilla vs. Getafe
DANIKIN
El torneo se abrirá con el clásico madrileño
En la primera jornada, que se disputará el 25 de agosto, chocarán Real Madrid y Atlético de Madrid en el Bernabéu. El Barcelona visitará al Racing, Valencia recibirá a Villarreal y Getafe se las verá con Sevilla.
LIGA ESPAÑOLA -
1º FECHA:
Athletic Bilbao vs. Osasuna
Recreativo Huelva vs. Betis
Espanyol vs. Valladolid
Deportivo La Coruña vs. Almería
Valencia vs. Villarreal
Real Madrid vs. Atlético Madrid
Mallorca vs. Levante
Real Murcia vs. Zaragoza
Racing de Santander vs. Barcelona.
Sevilla vs. Getafe
DANIKIN
Argentina ya está en la final de la Copa América
3-0 a México
Con goles de Heinze, Messi y Riquelme, de penal, el seleccionado nacional logró un contundente triunfo por 3-0 y jugará el domingo por el título frente a Brasil. Así se repetirá la definición que se dio hace tres años en Perú, a la espera de que esta vez el final sea diferente.
Por un error del arquero mexicano, la genialidad de una individualidad y un fallo equivocado del árbitro Carlos Chandía, el seleccionado argentino redondeó un triunfo impensado (por el desarrollo del juego) por 3-0 ante México y jugará la final de la Copa América otra vez frente a Brasil. Así la lucha por el título tendrá a Argentina, claramente el mejor de la competencia, y el campeón , que más allá de no haber jugado bien siempre se la ingenia para estar presente en el último partido del torneo. El equipo de Alfio Basile sufrió en el arranque, como se preveía. Porque el ritmo cansino, la no participación en el ataque de los volantes ofensivos y el único argumento de buscar el desequilibrio con sus atacantes le funcionaba a la perfección ante rivales de escasa jerarquía y con ingenuidades defensivas. No fue este el caso en el primer tiempo. Es que Argentina se repetía en el toque intrascendente hacia los costados, no cambiaba el ritmo, no creaba situaciones de gol y no penó en el fondo (salvo por un remate de Guardado en el palo) porque los mexicanos tampoco se mostraban convincentes en esa faceta del juego. Tevez, sin los espacios que se le generaron ante Perú por el gol conseguido ni bien había ingresado, no le escapaba a los padecimientos que tuvieron antes Crespo y Diego Milito: aislamiento y pelotazos para pelear contra tres marcadores siempre de espalda al arco. Sólo una vez pudo encarar e inquietar a Sánchez y estaba lejos de ser una amenaza. Apagado Messi, sin la subida de los laterales, sin sorpresa, la ilusión se resumía a una pelota parada. Y llegaría.... A los 44m Riquelme ejecutó un centro muy alto que parecía tener como único destinatario a Sánchez, pero el arquero se durmió y lo aprovechó Heinze para meter el pie izquierdo y abrir el marcador y el encuentro. El complemento arrancó con Argentina metida atrás y a la espera de alguna contra. Los aztecas dominaban pelota y terreno y en Castillo, tras una gran pase de Márquez, tuvieron el empate pero lo evitó el travesaño. Luego del susto el equipo salió de la presión, se adelantó en el campo y en la primera que fue a fondo no perdonó. Tevez la tomó como nueve, la abrió para la derecha para un inexplicablemente solitario Messi (por cómo se había dado el partido) y la Pulga, tras observar la salida de Sánchez, se la pico. Golazo. "Para cerrar la cancha", agregó el Coco. Los conducidos por Hugo Sánchez sintieron el golpe y Argentina, sabiendo que la presa estaba herida, se le tiró al cuello y con un penal inventado por el juez Chandía de Márquez sobre Tevez (no sólo favorecen a Brasil) Riquelme marcó el tercero. Después llegó el tiempo del tradicional cambio de Gago por Verón y Basile le dio unos minutos de descanso a Tevez -terminó muy cansado- y Román. El domingo el seleccionado definirá la Copa América ante Brasil, como hace tres años en Perú, en busca de que el final de la historia sea diferente.
DANIKIN
Con goles de Heinze, Messi y Riquelme, de penal, el seleccionado nacional logró un contundente triunfo por 3-0 y jugará el domingo por el título frente a Brasil. Así se repetirá la definición que se dio hace tres años en Perú, a la espera de que esta vez el final sea diferente.
Por un error del arquero mexicano, la genialidad de una individualidad y un fallo equivocado del árbitro Carlos Chandía, el seleccionado argentino redondeó un triunfo impensado (por el desarrollo del juego) por 3-0 ante México y jugará la final de la Copa América otra vez frente a Brasil. Así la lucha por el título tendrá a Argentina, claramente el mejor de la competencia, y el campeón , que más allá de no haber jugado bien siempre se la ingenia para estar presente en el último partido del torneo. El equipo de Alfio Basile sufrió en el arranque, como se preveía. Porque el ritmo cansino, la no participación en el ataque de los volantes ofensivos y el único argumento de buscar el desequilibrio con sus atacantes le funcionaba a la perfección ante rivales de escasa jerarquía y con ingenuidades defensivas. No fue este el caso en el primer tiempo. Es que Argentina se repetía en el toque intrascendente hacia los costados, no cambiaba el ritmo, no creaba situaciones de gol y no penó en el fondo (salvo por un remate de Guardado en el palo) porque los mexicanos tampoco se mostraban convincentes en esa faceta del juego. Tevez, sin los espacios que se le generaron ante Perú por el gol conseguido ni bien había ingresado, no le escapaba a los padecimientos que tuvieron antes Crespo y Diego Milito: aislamiento y pelotazos para pelear contra tres marcadores siempre de espalda al arco. Sólo una vez pudo encarar e inquietar a Sánchez y estaba lejos de ser una amenaza. Apagado Messi, sin la subida de los laterales, sin sorpresa, la ilusión se resumía a una pelota parada. Y llegaría.... A los 44m Riquelme ejecutó un centro muy alto que parecía tener como único destinatario a Sánchez, pero el arquero se durmió y lo aprovechó Heinze para meter el pie izquierdo y abrir el marcador y el encuentro. El complemento arrancó con Argentina metida atrás y a la espera de alguna contra. Los aztecas dominaban pelota y terreno y en Castillo, tras una gran pase de Márquez, tuvieron el empate pero lo evitó el travesaño. Luego del susto el equipo salió de la presión, se adelantó en el campo y en la primera que fue a fondo no perdonó. Tevez la tomó como nueve, la abrió para la derecha para un inexplicablemente solitario Messi (por cómo se había dado el partido) y la Pulga, tras observar la salida de Sánchez, se la pico. Golazo. "Para cerrar la cancha", agregó el Coco. Los conducidos por Hugo Sánchez sintieron el golpe y Argentina, sabiendo que la presa estaba herida, se le tiró al cuello y con un penal inventado por el juez Chandía de Márquez sobre Tevez (no sólo favorecen a Brasil) Riquelme marcó el tercero. Después llegó el tiempo del tradicional cambio de Gago por Verón y Basile le dio unos minutos de descanso a Tevez -terminó muy cansado- y Román. El domingo el seleccionado definirá la Copa América ante Brasil, como hace tres años en Perú, en busca de que el final de la historia sea diferente.
DANIKIN
Brasil se impuso en los penales y es finalista
Copa América
Venció a Uruguay 5-4 desde los doce pasos. En los 90 fue 2-2: Maicon y Baptista marcaron para los brasileños, mientras que Forlán y Abreu hicieron los tantos charrúas. Es la cuarta final consecutiva del Scracht.
Brasil no juega bien, no luce y ni siquiera defiende bien, pero a pesar de todo eso y de haber tenido una mala noche hoy clasificó para la final de la Copa por cuarta vez consecutiva. Antes transpiró y sufrió ante un Uruguay que se fue con las manos vacías y la desazón de haber estado cerca. No pudo ser y la bronca es toda celeste. La alegría, como casi siempre, verdeamarelha. El planteo de Uruguay fue claro: romper todos los circuitos de fútbol brasileños (que en este caso no son muchos) y ensuciar todo con presión y marca. Esto les resultó a los de Tabárez, pero duró apenas 13 minutos. Fue lo que tardó Brasil en hilvanar una buena jugada con participación de Baptista, Robinho y Minerio, quien remató ante Carini. El arquero tapó, pero no pudo evitar el rebote que Maicon capitalizó en gol. Cuando el partido se abrió, la sombra hizo presente. Una torre de iluminación, más precisamente la del sector izquierdo de la defensa uruguaya se apagó y tras deliberaciones varias (los organizadores parecían querer seguir a cualquier costo) el partido continuó, trece minutos mediante, y con esa parte de la cancha en penumbras. Insólito. Con la reanudación del partido, Uruguay se vio como enojado. Con un Recoba activo y con el arco como obsesión empezó a transformar a Doni en figura. Primero una buena jugada del zurdo del Inter encontró a Forlán, quien obligó al vuelo al arquero brasileño. Luego, el mismo Recoba con varios intentos olímpicos hizo lucir al de la Roma, pero de uno de ellos, el rebote le quedó a Forlán y el ex Independiente, con un derechazo esquinado igualó. Recién ahí Brasil comenzó a salir del sofocón y tuvo suerte, porque en apenas cuatro minutos volvió a estar en ventaja. Carini amagó a salir en un centro, pero se quedó a mitad de camino y Julio Baptista, casi sin quererlo volvió a desnivelar. Tabárez decidió mover el banco para el complemento. La verdad no se entendió bien cuál fue la intención del Maestro, sobre todo al sacar a Recoba, lejos el mejor uruguayo del partido. Metió a Abreu en su lugar y a González por el amonestado Darío Rodríguez. Brasil, en tanto, se dedicó a hacer lo que pregona su entrenador: intentar sacar el resultado a cualquier costo. Por eso, se replegó sin necesitarlo y ante un rival que iba por inercia. Claro, de tanto tener la pelota y no sufrir en defensa a Uruguay se le iba a dar una y así fue. Rodríguez sacó un centro para Forlán, cuya palomita derivó en Abreu, quien, con suspenso, metió el empate. Los minutos de la verdad encontraron a los dos igualados, pero mejor perfilados a los charrúas. Todas las carencias de este Brasil clase media quedaron en evidencia al apenas tener un hoy diluido Robinho como esperanza de salvación que no llegó a generar una clara. Uruguay no se ánimo a ganarlo y los penales llegaron como bálsamo para los dos. En la azarosa definición, una vez más la fortuna jugó para los de Dunga. Uruguay lo tuvo en el tiro de García, pero el palo se lo negó y después Doni, con un adelantamiento feroz, se lo sacó del buche a Lugano y la final ya tiene a Brasil adentro.
DANIKIN
Venció a Uruguay 5-4 desde los doce pasos. En los 90 fue 2-2: Maicon y Baptista marcaron para los brasileños, mientras que Forlán y Abreu hicieron los tantos charrúas. Es la cuarta final consecutiva del Scracht.
Brasil no juega bien, no luce y ni siquiera defiende bien, pero a pesar de todo eso y de haber tenido una mala noche hoy clasificó para la final de la Copa por cuarta vez consecutiva. Antes transpiró y sufrió ante un Uruguay que se fue con las manos vacías y la desazón de haber estado cerca. No pudo ser y la bronca es toda celeste. La alegría, como casi siempre, verdeamarelha. El planteo de Uruguay fue claro: romper todos los circuitos de fútbol brasileños (que en este caso no son muchos) y ensuciar todo con presión y marca. Esto les resultó a los de Tabárez, pero duró apenas 13 minutos. Fue lo que tardó Brasil en hilvanar una buena jugada con participación de Baptista, Robinho y Minerio, quien remató ante Carini. El arquero tapó, pero no pudo evitar el rebote que Maicon capitalizó en gol. Cuando el partido se abrió, la sombra hizo presente. Una torre de iluminación, más precisamente la del sector izquierdo de la defensa uruguaya se apagó y tras deliberaciones varias (los organizadores parecían querer seguir a cualquier costo) el partido continuó, trece minutos mediante, y con esa parte de la cancha en penumbras. Insólito. Con la reanudación del partido, Uruguay se vio como enojado. Con un Recoba activo y con el arco como obsesión empezó a transformar a Doni en figura. Primero una buena jugada del zurdo del Inter encontró a Forlán, quien obligó al vuelo al arquero brasileño. Luego, el mismo Recoba con varios intentos olímpicos hizo lucir al de la Roma, pero de uno de ellos, el rebote le quedó a Forlán y el ex Independiente, con un derechazo esquinado igualó. Recién ahí Brasil comenzó a salir del sofocón y tuvo suerte, porque en apenas cuatro minutos volvió a estar en ventaja. Carini amagó a salir en un centro, pero se quedó a mitad de camino y Julio Baptista, casi sin quererlo volvió a desnivelar. Tabárez decidió mover el banco para el complemento. La verdad no se entendió bien cuál fue la intención del Maestro, sobre todo al sacar a Recoba, lejos el mejor uruguayo del partido. Metió a Abreu en su lugar y a González por el amonestado Darío Rodríguez. Brasil, en tanto, se dedicó a hacer lo que pregona su entrenador: intentar sacar el resultado a cualquier costo. Por eso, se replegó sin necesitarlo y ante un rival que iba por inercia. Claro, de tanto tener la pelota y no sufrir en defensa a Uruguay se le iba a dar una y así fue. Rodríguez sacó un centro para Forlán, cuya palomita derivó en Abreu, quien, con suspenso, metió el empate. Los minutos de la verdad encontraron a los dos igualados, pero mejor perfilados a los charrúas. Todas las carencias de este Brasil clase media quedaron en evidencia al apenas tener un hoy diluido Robinho como esperanza de salvación que no llegó a generar una clara. Uruguay no se ánimo a ganarlo y los penales llegaron como bálsamo para los dos. En la azarosa definición, una vez más la fortuna jugó para los de Dunga. Uruguay lo tuvo en el tiro de García, pero el palo se lo negó y después Doni, con un adelantamiento feroz, se lo sacó del buche a Lugano y la final ya tiene a Brasil adentro.
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